jueves, 12 de febrero de 2009

Messi toma el Vélodrome, que pide la cabeza de Domenech

ARGENTINA SE IMPUSO POR 0-2 CON GOLES DE JONÁS GUTIÉRREZ Y LA 'PULGA'

Segunda victoria en dos partidos de Maradona en el banquillo de la albiceleste · Francia no perdía en el Vélodrome desde 1960, cuando lo hizo ante Checoslovaquia también por 0-2 · El público acabó gritando "Domenech dimisión"

Segundo partido de Maradona como seleccionador argentino y segunda victoria. Otra vez fuera de casa y en un escenario difícil, Francia. Sin gran brillo pero con autoridad. Con orden y esperando su oportunidad, que con gente como la que tiene arriba tienen que llegar, y llegaron. Al filo del descanso, Jonás se abrió ante Sagna el sitio suficiente como para golpear un balón raso al palo corto. Ya en la recta final del choque, en una contra, apareció Messi para finalizarla de cine. Desborde sobre Sagna como una flecha y definición rasa.

Durante gran parte del choque brillaron más Gago y Mascherano que Messi y Agüero, lo que da una idea de cómo consiguió la victoria Argentina: con más trabajo que talento, aunque al final apareciera el de Messi, incontrolable. Empezó bien la albiceleste, con personalidad y gozando de una ocasión que crearon entre sus dos puntas, pero Gallas taponó el disparo final de la 'Pulga', que olía a gol.

Tras ese inicio, Francia se hizo dueña del partido hasta el final de la primera parte. No tuvo grandes oportunidades, salvo un mano a mano de Anelka que salvó Carrizo, pero el partido se jugaba en terreno argentino. Francia notó en esos minutos la falta de jugadores desequilibrantes. Con Benzema y Evra inexplicablemente en el banquillo, sólo Ribery parecía capaz de cambiar el rumbo del partido. El jugador del Bayern dejó en evidencia en un par de ocasiones a Heinze.


Argentina esperaba su ocasión, que terminó por llegar en la recta final de la primera parte. Agüero aprovechó un balón largo, recortó sobre Mexes y puso el balón atrás. Por allí llegó Jonás, que no tenía todo hecho, ni mucho menos. Con un recorte y un tiro raso, venenoso, se fabricó el gol. Quizá excesivo para lo que se veía en esos momentos, pero la pegada albiceleste hacía presagiar algo similar. En la segunda parte, Argentina mejoró e incluso terminó tocando cómodamente.

Con el paso de los minutos, aparecieron más Agüero y Messi. El jugador rojiblanco no tuvo su mejor noche, pero incordió a los centrales. Pagó la falta de un pasador puro en el once. El doble pivote Gago-Mascherano dio equilibrio y orden, pero a cambio se perdió creatividad. En las alas, Jonás aportó más que Maxi Rodríguez. Messi la pidió constantemente e intentó la gambeta, pero estuvo vigilado, en especial por Lassana Diarrá, que no paró de hacerle faltas.

Con todo, con el genio del Barcelona conviene no distraerse nunca. Un córner a favor de Francia, por entonces ya con Benzema, terminó en la sentencia de Argentina. Messi y Tévez dieron una lección de cómo montar una contra. La 'Pulga' toco de primeras para el jugador del United, que condujo y se la dejó a Messi en tres cuartos de cancha. El azulgrana ha acostumbrado a finalizar ese tipo de jugadas como quien lava, pero por más que lo repita no dejan de ser golazos. Aceleró como un tiro e, inalcanzable para el resto de defensores, por el camino dribló a Sagna y finalizó raso.

Valió para pagar la entrada a un Velodrome donde Francia no perdía desde 1960, cuando lo hizo ante Checoslovaquia también por 0-2. En el banquillo, Maradona lo celebraba. En el campo, su alumno más aventajado dio otro pasito para reclamar su trono. En la grada, la gente pidió la dimisión de Doménech mientras se asombraba con Messi.

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